El mapa global de la movilidad humana es cambiante, no es una foto fija y la pandemia ha acrecentado los flujos de personas que van de un país a otro, como consecuencia de la crisis generada y de otras persistentes a las que esta se ha sumado. Según señala ACNUR, las personas que viajan como parte de movimientos migratorios mixtos tienen diferentes necesidades y pueden incluir a personas solicitantes de asilo, refugiados, apátridas, víctimas de trata, niños no acompañados o separados, y migrantes en situación irregular, pero todos tienen un objetivo común: ansían una vida mejor y esa esperanza es el motor de los movimientos migratorios, por ello, ninguna pandemia los puede detener
Según el World Migration Report 2022 de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), en el 2020 ya se contabilizaron cerca de 281 millones de migrantes internacionales. Según el Informe de ACNUR de 2021 sobre tendencias en los desplazamientos de personas, solo considerando los desplazados forzosos, se alcanzaron por primera vez los 82,4 millones en 2020, el doble de 2013, incluyendo desplazados internos (48 mill.) y refugiados (26,4 mill.).
El fenómeno migratorio se ha convertido en un asunto de primer orden en las agendas nacionales y en el debate internacional. Los gobiernos, la sociedad civil y los organismos internacionales se enfrentan a un gran desafío: encontrar un equilibrio entre la adecuada protección de los derechos humanos de la población migrante y la necesidad de regular los flujos migratorios en las sociedades de acogida.
El debilitamiento del Estado de derecho, así como la falta de vigencia efectiva de los derechos económicos, sociales y culturales en determinadas regiones del mundo, constituyen las principales causas de las migraciones sur-norte y sur-sur. A éstas hay que sumar las derivadas de los recientes acontecimientos, como los conflictos armados, las transformaciones económicas o la creciente amenaza del cambio climático. Circunstancias todas ellas que han dado lugar a un aumento exponencial de los flujos de migrantes internacionales y desplazaos internos. De hecho, según el World Migration Report 2022 de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), en el 2020 ya se contabilizaron cerca de 281 millones de migrantes internacionales.
Aunque el fenómeno migratorio no es algo nuevo, no cabe duda de que ha adquirido una gran complejidad. Las recientes crisis migratorias se han visto asociadas a problemas que afectan directamente a la seguridad de los Estados como el terrorismo, el crimen organizado, el tráfico de migrantes, la trata de personas o los conflictos socioculturales y religiosos. Ante esta situación, los gobiernos se muestran incapaces de garantizar el cumplimiento de los compromisos jurídicamente adquiridos relativos a la asistencia y protección de los extranjeros que llegan a sus fronteras, especialmente de aquéllos que se encuentran en situación de especial vulnerabilidad. De hecho, tanto en los Estados de tránsito, como en los de acogida, se llevan a cabo limitaciones a los derechos de los extranjeros, bajo el argumento de la seguridad y protección del orden público, a través de leyes discriminatorias o de “criminalización” de la inmigración irregular. Limitaciones que, en no pocas ocasiones, han derivado en graves violaciones de derechos humanos. Piénsese, por ejemplo, en la violencia ejercida en los controles de fronteras, las detenciones arbitrarias, la denegación de derechos civiles y políticos en los países de destino, así como la vulneración de derechos económicos, sociales y culturales, tales como los derechos a la salud, la vivienda o la educación. Circunstancias éstas, que se han visto acompañadas, en algunas ocasiones, por actitudes xenófobas por parte de algunos gobiernos.
En este marco, el Congreso que proponemos, responde a intereses académicos valiosos como la profundización del conocimiento en el área que nos corresponde: el análisis de la política criminal en la Región Iberoamericana. Nuestra labor como investigadores y la de la propia Red, es estudiar la realidad científicamente y trasladar nuestras conclusiones a la sociedad. A lo largo de la actividad desplegada durante estos años en la RED POLYSEG, hemos dado muestra de una gran fortaleza investigadora y de una gran capacidad de cooperación y análisis comparado. El análisis y la supervisión de la situación de la movilidad humana y las migraciones, desde la perspectiva de las de las decisiones y los efectos de la política criminal en los Derechos Fundamentales, responde a los objetivos principales de la RED POLYSEG, pues, precisamente esta labor fue el motor que nos motivó, como profesores de Derecho penal Iberoamericanos a crear la Asociación, para estar atentos a los excesos del poder.
Partiendo de esta premisa, con el congreso internacional “MOVILIDAD HUMANA, VIOLENCIAS Y SUJETOS VULNERABLES” queremos propiciar un espacio académico con el objeto de promover la investigación interdisciplinar sobre esta cuestión. Desde la organización del Congreso se invitará a la comunidad universitaria a participar en los diferentes simposios temáticos sobre las siguientes cuestiones (puede cambiar):
- Control y gestión de fronteras
- Movimientos migratorios
- Colectivos y sujetos vulnerables en los movimientos humanos
- Niños y jóvenes migrantes: derecho, resiliencia y protección
- Aspectos penales y penitenciarios de la inmigración irregular
- Cambio climático, refugio y desplazamientos forzados
- Educación e inclusión social de la población inmigrante
- Aspectos socio-jurídicos de la trata de personas y el tráfico ilícito de migrantes
- Garantías procedimentales y procesales: migración y protección humanitaria
- Política de inmigración y asilo de la Unión Europea
- Movimientos migratorios en América Latina
- Movimientos migratorios en el espacio euromediterráneo
Este encuentro tendrá lugar en formato presencial y se habilitará la forma de participación virtual para ponencias presentadas.
RED AUIP DE INVESTIGADORES IBEROAMERICANOS EN POLÍITICA CRIMINAL Y SEGURIDAD (POLYSEG)